viernes, 29 de julio de 2011

Mi actualidad

Las horas pasan y sigo preocupandome por el futuro, a veces el destino puede llevarte por lugares insospechados, muchas veces hasta a lugales que realmente pensabamos que nunca ibamos a llegar.
Recuerdo que muchas veces siendo chica me he puesto a imaginar como seria mi vida cuando fuera más grande, y siempre me he imaginado sola pero contenta, y parece que muy equivocada no estaba.
Con veintiocho años me encuentro en una soltería feliz, pero incompleta en el aspecto profesional, con mi carrera de abogacía en stand bye, arrepentida de haber perdido el tiempo, dedicandole años de esfuerzos a personas que me quitaron la energía, no supe en ese momento ponerme a pensar que estaba perdiendo el eje que me había llevado a trasladarme a otra ciudad.
Ahora en mi ciudad natal, y luego de salir de una profunda crisis, emocional, financiera y espiritual, estoy saliendo a la vida con proyectos inimaginables para mi en un tiempo pasado.
Siempre me sentí mal y he criticado mucho cuando me entero que la sociedad se maneja de acuerdo a ciertos puntos de vista que son indispensables para crecer profesionalmente, como lo es el status social o la portación de apellido. Ahora me encuentro yo dentro de estos, y cometiendo talvez el error de no aprovecharme en lo máximo posible de esta situación. Es más reniego de todo esto, me cuesta creer que estoy siendo considerada por parte de alguien no por mis capacidades intelectuales, sino por ser hija de ...
Me siento mal no poder arovecharme de esto, hasta llego a sentirme una estúpida, pero me cuesta ir contra mis principios.
Seré una persona complicada, hasta en cierto sentido hasta con cierta boludez encima, pero no puedo evitarlo.
Ahora me encuentro viviendo en una ciudad más chica, elitista en donde acceder a ciertos circulos sociales es casi imposible, y aunque reniegue de todo esto, los accidentales sucesos de la vida te oueden llevar hasta ciertos lugares insospechados.
El próximo año termino una carrera y la idea es trabajar de ello y sin embargo siento ciertas dudas, a veces el pesimismo me gana, pero me pone contenta pensar que los treinta años me va encontrar con un título debajo del brazo, iniciando una carrera profesional nueva para mi, menos estresante, talvez hasta divertda, pudiendo trabajar de manera independiente como siempre quize, desde muy chiquita me imaginé sin un hombre al lado y aunque sea más difícil superarse en la vida siendo una mujer soltera, no estoy arrepentida de tomar esta decisión, es más, al ver a algunas mujeres cercanas a mi, con parejas que no quieren, que solamente estan acompañadas de un hombre por el sólo hecho de necesitar una ayuda económica, o mujeres que estan solas con un hijo no deseado, sufiendo y luchando en contra de sus ex, puedo decir que yo me siento una priviligiada.
Nadie sabe lo que nos espera, el hecho es pensar que nos espera solo lo mejor.